La preocupación por la conservación del aguilucho cenizo, una especie catalogada como vulnerable, ha llevado a una reciente intervención en los campos de la Comarca del Somontano para proteger un nido de esta ave rapaz. David Carpi, naturalista y experto en aves de la comarca, junto con varios compañeros de profesión, han sido los artífices de la operación, destacando la importancia de la colaboración entre naturalistas como Jesús Lavedán y agricultores.
Carpi, quien ha seguido la evolución de esta especie en el Somontano desde hace veinte años, cuando se registraban entre 15 y 20 parejas, lamenta la drástica reducción de su población. «Ahora mismo en el Somontano solo hay una pareja de aguiluchos cenizos que nosotros sepamos», afirmó, subrayando la crítica situación de la especie.
El principal problema para el aguilucho cenizo radica en su hábito de anidar en campos de cereal, lo que los hace extremadamente vulnerables a la maquinaria agrícola durante la cosecha. Si los nidos no son detectados, los polluelos son fácilmente víctimas de las cosechadoras.
Este año, la única pareja conocida en la comarca, que el año anterior había nidificado de forma segura en un carrizal, se ha visto desplazada a un campo de cereal, ya que su «primo hermano», el aguilucho lagunero, le ha quitado la parcela donde crió.
Gracias al seguimiento constante de naturalistas, agricultores y APNs se logró localizar el nido a tiempo e inmediatamente se contactó con el agricultor propietario de la parcela.
La semana pasada, ante la inminencia de la cosecha y con los polluelos aún pequeños, se procedió a instalar un vallado de aproximadamente 3×3 metros alrededor del nido. Este vallado, anclado al suelo con clavijas y reforzado, busca proteger a los polluelos no solo de la maquinaria, sino también de posibles depredadores como jabalíes o zorros. Además, se acordó con el agricultor que se dejará un pequeño perímetro sin cosechar alrededor de la zona vallada para reforzar esa protección.
La labor de David Carpi y sus compañeros y colaboradores es fundamental para la supervivencia del aguilucho cenizo en la región, demostrando que la vigilancia, la rápida actuación y la concienciación de los agricultores son clave para mitigar los peligros que acechan a estas aves. La presencia de 3 pollos volantones cazando en otro punto de la comarca, descubierto recientemente por Carpi, da una pequeña esperanza en la lucha por la recuperación de esta emblemática rapaz.