El Centro de Congresos de Barbastro acogerá el próximo 7 de noviembre una jornada del Plan de Conexión Territorial del Instituto Aragonés de Fomento (IAF), una iniciativa que busca descentralizar la atención administrativa y conocer de primera mano las necesidades del tejido empresarial fuera de Zaragoza.
La jornada, que se celebra en colaboración con entidades locales como el Centro de Desarrollo del Somontano, tiene como objetivo principal que los técnicos del IAF se desplacen al territorio para escuchar a las empresas, ofrecer asesoramiento individualizado y agilizar la respuesta a sus consultas y requerimientos.
Paloma Fábregas, gerente del Centro de Desarrollo del Somontano, destacó la importancia de este enfoque «no al uso» donde la administración se mueve al territorio. «Se habían dado cuenta que no llegaban al 50% de las empresas, que son las que están en Zaragoza. El resto del territorio tiene muchísimas empresas y no llegan de una manera tan sencilla», explicó Fábregas.
El Centro de Desarrollo del Somontano, con 30 años de trayectoria, se posiciona como un actor clave para facilitar esta conexión. La entidad ha apoyado a más de 300 empresas y emprendedores, principalmente a través de las ayudas LEADER (dirigidas a nuevos proyectos, modernización y mejora de la competitividad).
Fábregas subrayó que la filosofía de los grupos LEADER es precisamente la descentralización. «Es más fácil encontrar al Centro de Desarrollo en Castillazuelo o en Barcabo que en Zaragoza», afirmó. Este enfoque permite que las ayudas se adapten a las necesidades específicas del territorio, como el sector turístico, que tiene un peso significativo en el Somontano.
La gerente del Centro de Desarrollo del Somontano señaló que la iniciativa del IAF responde a una necesidad expresada por las propias empresas durante el proceso de participación para diseñar la última estrategia LEADER (2024-2028): la dificultad para tramitar ayudas del Gobierno de Aragón y la complejidad de la tramitación administrativa de permisos y autorizaciones.
«Nosotros no sabíamos cómo resolver el tema de la dificultad que tienen las empresas para tramitar ayudas del propio Gobierno de Aragón porque las convocatorias son complejas, exigen documentos que a veces no se entiende lo que es ni dónde los tienen que pedir», comentó Paloma Fábregas.
La colaboración con el IAF es vista como «súper interesante» porque permite que las consultas y las dificultades se dirijan a un organismo que pertenece al propio Gobierno de Aragón. Fábregas concluyó que, en la práctica, las empresas se encuentran con la paradoja de una administración virtual que, en lugar de ser más accesible, a menudo resulta confusa y desalentadora a la hora de completar formularios o subvenciones, una barrera que el Plan de Conexión Territorial del IAF busca derribar con presencia física y escucha activa.
