La Semana Santa de Barbastro 2025 estará pregonada por María Luisa Berzosa, religiosa de las Hijas de Jesús (jesuitinas) y destacada educadora. Tras haber pospuesto su participación el pasado año por un imprevisto, finalmente se subirá al púlpito de la Catedral de Barbastro para anunciar, el sábado 12 de abril, el inicio de las celebraciones. María Luisa Berzosa, originaria de un pequeño pueblo de Valladolid y hija de maestros, ha dedicado su vida a la educación en el contexto de la espiritualidad ignaciana. Su trayectoria, marcada por su compromiso con la formación y su lucha por los cambios desde dentro de la Iglesia, es un reflejo del espíritu de servicio y dedicación que representa.
En El Espejo de la Iglesia de COPE Alto Aragón, la religiosa destacó: «Soy mujer, consagrada y educadora. Trabajo desde dentro de la Iglesia porque quiero ser parte activa del cambio, no una espectadora.» Además, Berzosa compartió su experiencia como facilitadora en procesos sinodales, donde ha aprendido a valorar la inmensa pluralidad de la Iglesia: «La diversidad es nuestra riqueza. He podido comprobar cómo una misma palabra tiene significados diferentes dependiendo del contexto cultural, lo que me llena de admiración por la universalidad de la Iglesia.»
Para la religiosa, esa labor de facilitadora ha sido un regalo que le ha permitido como el Sínodo resitúa los desafíos de la Iglesia: «Nos invita a seguir adelante, porque aún queda mucho por hacer. Los grupos en los márgenes, las personas excluidas y las diversidades son cuestiones que no pueden quedar en silencio. El Papa Francisco, a quien considero el ‘Papa de los procesos’, nos ha impulsado a continuar trabajando en una hoja de ruta que se extenderá hasta 2028.»
Este año, como pregonera, se adentrará en una Semana Santa que previamente desconocía, pero que ha impactado profundamente en su visión tras investigar y reflexionar sobre las tradiciones barbastrenses. «Me causó asombro y sorpresa, cuando me puse a conocer más sobre su Semana Santa y su impacto en la comunidad. Me he dado cuenta de que no es solo una manifestación externa, sino un compromiso profundo que trasciende los días de procesión.»
Para Berzosa, el mensaje de su pregón estará centrado en vivir la fe como parte de la vida cotidiana y no solo como un acto ritual: «El compromiso y la entrega diaria son lo que realmente nos toca de cerca. La fe debe trascender las imágenes y procesiones para reflejarse en nuestra relación con los demás, especialmente con aquellos en las cunetas de la vida, como en la parábola del buen samaritano.»