La Procesión General del Santo Entierro congregó este Viernes Santo en Barbastro a miles de personas, entre vecinos y visitantes, que llenaron las calles para presenciar uno de los actos centrales de la Semana Santa barbastrense. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 2016, la procesión volvió a celebrarse con total normalidad tras la suspensión del año pasado por lluvia, y lo hizo con una gran participación y profundo respeto por parte del público.
La jornada comenzó en la Santa Iglesia Catedral con una oración comunitaria presidida por el obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Monseñor Ángel Pérez Pueyo, y que este año corrió a cargo de la Cofradía del Descendimiento. A continuación, a las 20:00 horas, se inició la procesión, que recorrió durante casi dos horas las principales calles de la ciudad. Participaron las siete cofradías de Barbastro, sumando más de 1.500 cofrades que desfilaron con sus hábitos y capirotes, portando quince pasos procesionales, llevados a hombro, algo distintivo que da identidad propia a la Semana Santa barbastrense.
El cortejo, acompañado por las bandas de tambores y cornetas de cada cofradía, avanzó por calles como San José de Calasanz, Plaza Aragón, Paseo del Coso, General Ricardos, Plaza Diputación y Plaza del Mercado. Las imágenes, iluminadas por faroles y velas, fueron contempladas en absoluto silencio por multitud de público local y visitantes que se agolpó a lo largo de todo el recorrido.
El momento más sobrecogedor se vivió al final, en la Plaza del Mercado, donde trece de los quince pasos quedaron dispuestos en un lateral de la plaza en espera de los del Santo Sepulcro y de la Virgen de la Soledad, últimos en incorporarse al cortejo y que se situaron en medio de la Plaza. En ese instante, en un silencio total, el obispo dirigió una oración ante los cofrades y asistentes, marcando el punto culminante de la noche. Finalizada la oración, comenzó la Procesión del Silencio, durante la cual las cofradías retornaron sus pasos a sus respectivas sedes en completo silencio.